Los jóvenes de los cerros de Valparaíso y Viña tienen un bajo porcentaje de acceso a la universidad. Por eso este Preuniversitario, que les ayudará a vencer la PSU no sólo memorizando como loros.
Nuestro
objetivo es que el estudiante pueda entender las materias,
conocerlas, dominarlas y usarlas no como ejercicio de memoria, pues a
veces se olvida o no se graba, sino como partes componentes e
interactivas del todo.
La
enseñanza fragmentada, que es característica de la educación
formal, prepara futuros profesionales que se van a insertar como
engranajes de una máquina. La PSU obliga a reforzar esa “formación”
que no es formación, sino adaptación al mundo deshumanizado y
desnaturalizado de la separación individualista de las personas. El
sálvese quien pueda, cuyas redes son compuestas por los hilos de la
política y de la economía, donde nos metemos de cabeza dejando de
lado que las relaciones humanas pueden entenderse y vivirse mejor
desde la ciencia, el arte y el amor, más que desde la “lucha”
por el dinero o por el poder.
La
cosmovisión mapuche es una mirada integral que cubre todos los
resultados del saber construido por el sujeto del común: las formas
de vida comunitaria, donde el hijo que sale del vientre materno entra
al vientre de la matria, la comunidad, no como en la sociedad en que
nos tienen, donde el hijo nace para caer en la arena donde se
enfrentan los toros, los gallos y los partidos (de fútbol y los
políticos).
Al
ser una sociedad piramidal, nos obligan a competir unos contra los
otros, ya que para arriba se va estrechando el espacio, y así nos
arrebatan la fraternidad y el amor, empujándonos sólo a “amar”
a una persona y que ojala sea de diferente sexo, ya que la ley de
esta sociedad deshumanizada sólo reconoce el amor de personas del
mismo sexo cuando se someten al “matrimonio”. Pero el amor no es
“legalizable”, ya que responde al instinto de la libertad y no a
razonamientos elaborados entre la patada y el combo de los
parlamentarios de los partidos, que obedecen a sus jefes y no a la
población. Además si aman a una sola persona, es más fácil que
asuman el comportamiento fragmentado para ser buenos tornillos de la
máquina. Y, por si fuera poco, nos llenan de corrientes ideológicas
de todos los colores marxistas, anarquistas, libertarios, rebeldes,
etc. para que en vez del amor generalizado nos transformemos apenas
en socios de un club, o ”compañeros de lucha” en que los demás
son “enemigos”, igual que las iglesias, cada uno formando su
“ganado” y el sistema? Bien, gracias. Felices de ver como nos
peleamos y nos andamos reclutando unos a otros, con otros, o contra
otros.
Por
eso el Preu del Saber Comunitario, donde al comprender fácilmente
como se entrecruzan y retroalimentan las materias del saber formal
fragmentado, la noción y entendimiento de cada una de ellas se abre
para poder ser asimilada mejor que en los estancos separados. Las
metodologías de interpretación positivista, estructuralista,
sistémica y demás, así como las críticas como la dialéctica, la
teoría del kaos y las modalidades anarquistas y libertarias, todas
ellas son como lentes de colores para mirar la realidad y nunca nos
dejan mirarla directamente, así los conceptos nos van entrando ya
hechos y de manera imperceptible nos vamos adentrando en la forma
sistémica de ver las cosas.
No
nos permiten que participen en la construcción del saber ni el
cuerpo, los sentimientos ni los movimientos, salvo la aspirina de la
educación física y del deporte, por eso quien ladea la cabeza para
mirar al lado es reprimido por la autoridad con las mil veces
repetidas frases de “quédate quieto”, “mira para adelante”,
“cállate la boca”, con lo que aprendemos a que nuestra mente
debe ser el policía del cuerpo y de las sensaciones. Parece que eso
es lo que más enseñan a los estudiantes de pedagogía. Así nos
educan manteniendo ahogado el grito del instinto y de la libertad y
de esa manera tendremos “éxito” en la vida, o sea, seremos
buenos tornillos de la máquina. También los partidos y corrientes
ayudan enormemente a esa “formación”, pues según ellos hay que
ser consciente, o sea, aceptar el mensaje de ellos, así nuestro
cuerpo, instinto y libertad, quedan esclavizados al esquema mental
disciplinario ya diseñado por otros (de Europa tenía que ser,
mientras a la cosmovisión originaria no le dan bola, salvo poniendo
la bandera mapuche junto a la A en la mochila, lo que es un
sinsentido, como tambiérn una cruz o un santito).
Así
en nuestro Preu, no es la disciplina ni la ideología lo que ayudará
a entender y manejar mejor las materias, sino el gusto, la gana, el
deseo y el instinto en los procesos que iremos haciendo para
adentrarnos por vía de la ciencia, del arte y del amor en la mejor
comprensión de esas “disciplinas” que vamos a indisciplinar
trayéndolas de vuelta a los ritmos y requerimientos de la madre
tierra y del común y, por qué no, subiendo también un cerro para
hacer una huerta con los vecinos, vecinas y vecinit@s
en un proceso de aprendizaje conjunto de la interacción de
diferentes materias con el mundo de la vida.
El
martes 5 de abril tenemos reunión con los interesados en prepararse
como profesores bajo estas perspectivas y el domingo 10 el taller de
capacitación para iniciar el Preu desde el lunes 11 de abril de
17:30 a 20h. Interesados y consultas: unlibre@gmail.com
Ya
estamos en marcha, tenemos nuestro punto de partida, que es como una
raíz que inicia un camino que no conoce, ya que no sabemos a donde
vamos a llegar, pues como las ramas de un árbol, tenemos la vida por
delante. Lo que si tenemos por seguro es que nuestros estudiantes se
van a bailar la PSU y la manejarán como malabarista con seis
pelotas, pero tendrán claro que no es el fin de un camino, sino un
pequeño descanso en el objetivo de llenar las universidades porteñas
de la juventud de los cerros.
Tal
vez lo más importante es que estamos armando este Preu con
estudiantes de cuarto medio, o sea los propios protagonistas que
enfrentarán la PSU de este año, asumen el desafío no sólo de
vencerla, sino de superarla.
Jaime
Yovanovic Prieto