Director
Departamento Social
Sindicato
de Trabajadores de la Construcción
Valparaíso
fue una potencia deportiva en los años 50 y 60, como recordamos los
que hemos acumulado más de 60 años de vida y experiencias, es
decir, nos referimos a los jubilados, abuelos y llamados tercera
edad. En particular recordamos el básquetbol en que jugadores,
entrenadores, árbitros, dirigentes, clubes, barras y familias
llevamos este deporte al primer escalón nacional, digo llevamos
porque toda mi familia fue basquebolista y pimponista, deporte en que
mi madre, María Prieto llegó a obtener el campeonato nacional, en
tanto mi padre, Juan Yovanovic, fue entrenador de la selección de
baloncesto de Valparaíso que alcanzó el título de campeón
nacional.
Mi
padre fue profesor de entrenadores y formó el equipo de la Compañía
Chilena de Tabacos llamado de los “gigantes”, pues se dedicó a
preparar jóvenes muy altos aprovechando su cargo de director de
Bienestar Social y Deportes en dicha compañía, algunos de los
cuales se reunirán este 1o. de julio de 2016 para
celebrar sus cien años de vida lleno de salud gracias a su
permanente dedicación al deporte y a la vida sana, en tanto mi
madre, ya fallecida por deterioro de su salud tras un accidente que
le obligó a operarse de la cadera, formaba jugadoras y entrenadoras
en el Liceo 3 de Playa Ancha desde su cargo de profesora de Educación
Física mientras seguía estudiando Historia e Idiomas en la
Universidad Católica del puerto, a donde llegó posteriormente mi
padre a hacerse cargo del departamento de Deportes y Recreación de
dicha universidad, de lo que recuerdo cuando adolescente, la
realización del Carnaval de los estudiantes de las tres
universidades locales de la época, a saber, la Católica, la Chile y
la Santa María con carros alegóricos y comparsas.
Esa
vida familiar inmersa en plena dinámica deportiva de un Valparaíso
que se prestaba para ello, fue lo que me permitió conocer y vivir el
deporte porteño por dentro y ser capitan del equipo de baloncesto
del Colegio Salesiano, que entrenó un ex alumno que llegó a ser
figura emblemática de este deporte, el “chico” Valenzuela, quien
junto al “Polilla” Santana, formaron el duo maravilloso que
conquistó los más altos galardones del deporte porteño con otra
cantidad de destacados jugadores que provenían de las tres hornadas:
los cerro, las colonias y las instituciones (como universidades,
Liceo y la nombrada Chilena de Tabacos). En las colonias destacaban
Unión Española, Sportiva Italiana, Árabe e Israelita, en tanto en
los cerros destacaban Esperanza, Ramaditas y New Cruzaders del cerro
Cordillera, aunque fueron más y sería largo de enumerar.
De
esa manera pude apreciar que los torneos de fútbol y de básket
llenaban canchas, gimnasios y estadios. Eran populares y en el fútbol
las canchas de cerros se atiborraban de familias celebrando y
terminando con un asado y unas frías o el consabido vinito
revigorizante. Hoy día el deporte estimula la pasividad, ya que la
profesionalización ha terminado favoreciendo el deporte espectáculo
donde las estrellas son como caballos de carrera y nosotros los
espectadores del circo romano.
Hay
que decirlo claramente: la masividad de la práctica deportiva ha
decaido enormemente en nuestra ciudad. Los clubes están de capa
caida y se ven tristemente vacíos, en tanto las canchas de los
cerros y los sitios pelados donde antes se jugaban las pichangas,
están mustias y grises desarrollando maleza. En muchos cerros falta
una cancha, aunque sea mínima. En la quebrada Santa Lucía de
Cordillera, los vecinos me dijeron estar dispuestos a poner el hombro
para hacer un espacio para que los niños jueguen “a la pelota”.
En la quebrada Cabritería la cancha al pie de la escalera carmen
está inutilizada por el derrumbe de una casa, de modo que estamos
planificando un trabajo voluntario para limpiarla. Y así en
diferentes cerros.
Pocos
colegios o liceos prestan su espacio cuyas magníficas canchas pasan
cerradas los fines de semana pudiendo estar llenas de niños, por lo
que tendremos que ir a conversar con ellos, pero eso no basta, pues
conversar una o dos personas con quienes pueden hacer algo, no es lo
mismo que iniciar actividades desde las cuales ir a limpiar
quebradas, despejar terrenos, hacer canchas, poner carteles, llamar a
los niños y jóvenes y organizar campeonatos.
Eso
nos dice que es mejor juntarnos los interesados de clubes,
individuos, estudiantes, jubilados, etc. y elaborar un plan inicial
sencillo de rescate del deporte en Valparaíso, como por ejemplo el
campeonato de fútbol libre, donde se inscriban grupos, equipos,
clubes, centros de estudiantes, sindicatos, etc. Habrá que hacerlo
con ñeque, sin esperar fondos de ninguna parte, voluntario, por amor
al arte y al deporte.
Lo
segundo que podemos hacer es juntarnos algunos y comenzar a caminar
uno o varios días por semana en horarios a combinar por el paseo
costero, desde Bellavista hasta Barón ida y vuelta, para luego
estirar hasta Portales y ahí vamos viendo.
Invitamos
a los interesados a analizar y organizar juntos este plan sencillo de
inicio de rescate del deporte en Valparaíso. Los días martes de 12
a 14h. estaremos en el Sindicato de Trabajadores de la Construcción,
Blanco 1054, pero si tiene otros horarios o desea conversar más del
asunto, escriba al correo valparaisando@gmail.com
Arriba
el ánimo.
Valparaíso
lo merece (y cada uno también)
Jaime
Yovanovic Prieto
valparaisando@gmail.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario