viernes, 29 de abril de 2016

Las dificultades del trabajo voluntario de estudiantes.

O el entramado de las abejas que van de flor en flor.

Por Jaime Yovanovic Prieto

Conversando con estudiantes universitarios de diferentes años y facultades, constatamos que algunos no hacen trabajo voluntario con su vocación o carrera porque no se sienten preparados ni cuentan con los instrumentos conceptuales necesarios para hacerlo, para lo que sirven al efecto las prácticas profesionales supervisadas al final de carrera. En ello tienen razón.

Pero nuestros trabajos voluntarios no aspiran a satisfacer el servicio que ofrecemos a la población ni a presentar soluciones inmediatas, sino a entrevistar a las personas que lo requieren, lo que permite al estudiante conocer los problemas y situaciones que va a enfrentar en su práctica posterior y en su desempeño profesional una vez titulados. Es como aprender a nadar fuera del agua: una vez que sepa nadar entraré a la parte honda de la piscina, mientras tanto me mantengo en la parte baja, pero voy conociendo como es el asunto, voy flotando de a poco y aprendiendo a respirar y mover los brazos, pero siempre en el agua.


  Todo profesional va a realizar su vocación con gente, y la gente es el agua del que ejerce una profesión u oficio, aunque se trate de manejar una máquina o apretar botones, pues siempre habrá gente del otro lado o alrededor, por lo que nuestros trabajos voluntarios les permitirán sumergirse en la parte del mar de la vida donde van a ejercer, como la sección jurídica que acabamos de formar, donde estudiantes desde primer año podrán entrevistar en nuestras oficinas a diferentes personas inmersas en variadas situaciones, civiles, penales, administrativas, etc. simplemente tomando nota e inquiriendo detalles, conociendo así como son, funcionan y perturban las problemáticas de la vida que tocan el universo jurídico, pues de otro modo entrarán en contacto con el agua solamente en el último año.







Las notas efectuadas en las entrevistas se analizan posteriormente con el profesional, que dará las orientaciones del caso y se le envía un correo electrónico a la persona atendida con la respuesta a su necesidad, o viene una segunda vez de ser necesario, para lo cual también puede citarse por teléfono. Así el estudiantes voluntario, insisto, aún desde el primer semestre de sus estudios, se encuentra de lleno en medio del circuito que va desde la gente, a la consulta en nuestras dependencias, el conocimiento de detalles del caso, el análisis con el profesional y la conclusión u orientación necesaria. Así  cuando vaya enterándose de los pasos que le entrega la malla curricular universitaria, sabrá mejor de qué se trata y asimilará de manera más clara y realista que apenas leyendo textos o mirando diagramas.

 
Si usted no estudia derecho, sino odontología, pedagogía, sicología o ingeniería mecánica, o cualquiera otra carrera, podrá meterse en el agua y conocer los recovecos y misterios que forman parte de su vocación escogida en el mundo de la vida en concreto. Y si no se le ocurre como hacerlo con su carrera, consúltenos, que para eso estamos, para orientar. O descubrámoslo juntos.

La atención que damos al público es gratuita, abierta, multidisciplinaria y se basa en el trueque y la multiplicación de los actos voluntarios, donde la persona atendida puede también cumplir una función social donde vive, estudia o trabaja. Pero ese trueque no es algo para nosotros, sino que pedimos que las(s) persona(s) puedan hacer un servicio a otros en su barrio, familia, centro de trabajo o estudios, en el sentido de multiplicar los actos fraternos y mancomunitarios



Jaime Yovanovic Prieto
Departamento Social Sindicato de Trabajadores de la Construcción
Contactos: unlibre@gmail.com  


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