22.Oct.16
Chile y las elecciones municipales: la raíz y las ramas.
Los actores principales son tres: los empresarios, que
mirando hacia las elecciones parlamentarias y presidenciales, aspiran a
continuar la política económica de acumulación por despojo y destrucción de la
naturaleza para la integración subordinada al capital globalizado, los
políticos que aspiran a formar parte del aparato que desde arriba permite
asegurar la continuidad del capitalismo y garantizar las prebendas y regalías
de la partidocracia, sean capitalistas puros (liberales, conservadores o
socialcristianos), socialdemócratas o partidarios del capitalismo de estado,
aún llamado “socialismo”. Todas las corrientes partidarias de izquierda,
derecha, centro y extremos, aspiran al control del estado a sabiendas de que
para administrarlo se requieres fondos producidos por las relaciones
capitalistas. El tercer actor es la población, agobiada por la política y la
economía que, como puede verse en todas partes, no sólo no soluciona los
problemas, sino que los agrava. Veamos, pues, el rol y las posibilidades de
cada una de ellas en las elecciones de mañana domingo.
Si la política y la economía no han servido para cambiar
las cosas y sólo las agravan, la gente ha ido comprendiendo que debe rascarse
con sus propias uñas mediante la autogestión, rebuscándoselas para producir
ingresos por fuera de la maraña predominante de la economía de acumulación de
capital y dependencia o subordinación de la población a esas redes que operan
en las estructuras o modos de organización social en que nos mantienen, donde
la juventud, los recién graduados, los que buscan trabajo por primera vez, los
inmigrantes, los cesantes, los marginados y los sectores de menores o cero
ingreso, se vuelcan masivamente a vender en las calles, aceptar trabajos
precarios o a vaciar bolsillos ajenos. También el narcotráfico es una fuente de
ingresos que envuelve miles de familias completas y atiborran el carrete
nocturno con oleadas de vendedores de droga.
La continuidad de esta situación y su progresivo
agravamiento sólo pueden hacerse por la reproducción constante del
individualismo y el hedonismo: yo y mi placer personal. La falta de
alternativas reales ante el creciente desempleo y la precariedad laboral que
lleva a pocos a conseguir asegurar el sustento transformándose de inmediato es
defensores del status quo por carambola, empuja a la competencia, el odio y el
miedo, La estructura de separación de individualidades y el alimento de la
búsqueda del placer personal, son de carácter centrípeto, es decir se proyectan
hacia afuera expulsando a los demás instalándose un rechazo generalizado hacia
los otros, en tanto la dinámica contraria, centrífuga, succiona los
comportamientos y los propósitos concentrándolos en torno al yo.
El tema es que el “yoismo”, personalismo o
individualismo, no es un valor que se saca y pone a voluntad como una camiseta,
sino que es el modo en que nos tienen viviendo, por lo que los pocos
conscientes de ello resultan aislados o tratados de idealistas y utópicos. La
economía y la política viven de eso, necesitan la separación y la competencia,
por eso reproducen las dinámicas centrífugas del encierro y las centrípetas del
odio, el rechazo a los otros.
De allí que las perspectivas del cambio civilizatorio no
están en las formas que reproducen el individualismo y la competencia, no están
en ganarle a los otros, sea en el empleo, sea en los resultados de las decenas
de partidos que disputan los favores de los clubes izquierdistas, derechistas u
otros. La salida está en multiplicar los espacios y modos de compartir en
común, espacios contextuales donde se practican cotidianamente el amor, la
reciprocidad, la cooperación, el apoyo mutuo y la construcción en conjunto. No
espacios o modos aislados como islas de la fantasía, sino de espacios y maneras
que puedan multiplicarse, que sean ejemplo para otros y puedan repetirse en
otras partes, como una mancomunal de trabajadores, estudiantes y pobladores,
como barrios que practiquen formas de vida comunitaria, en fin, hay tantos
otros.
Visto esto y comparando la sociedad dividida y
competitiva con los modos de practicar el común, veamos como se dan estas
elecciones municipales.
En primer lugar debemos indicar que existe la seria
posibilidad de que aumente la abstención, voto blanco y nulo, lo que tendría
dos bemoles: el primero sería el mayor desprendimiento de la población de los
mecanismos que reproducen la sociedad competitiva, independientemente de los
menores o mayores niveles de comprensión de cada uno, y el segundo, por
consecuencia, sería la disminución de la cohesión y adscripción institucional,
aún cuando la opción mayoritaria sea la dedicarse cada uno a sus propios
asuntos. Sin embargo ello no sería una victoria popular, por así llamarlo, sino
un simple dar las espaldas al sistema en función del individualismo, lo que no
es ningún avance, salvo que refuerza las condiciones para el despliegue de las
formas de cotidianeidad compartida no apoyada en la “consciencia”, ya que sigue
existiendo la base individual, que no se supera mediante la comprensión y la
orientación mental de que no debo ser individualista, sino cambiando el
contexto inmediato del mundo de la vida, del trabajo y del estudio en muchos
lugares.
Veamos las corrientes en disputa: Si todos están
reforzando las instituciones y la competencia de unos contra otros, no hay de
donde agarrarse para sembrar una semilla o depositar un voto. Distinto sería un
candidato independiente que represente directamente las formas de vida
comunitaria y su campaña sea de reforzamiento de esta tendencia. Lo más sano es
no competir, es decir, tampoco ser abstencionista y menos llamar a la
abstención, pues ello también es jugar a competir para luego mostrar la
“cantidad” de abstenciones.
En Santiago la disputa por arriba se centra en las
comunas de Santiago y Providencia, donde las tendencias más derechistas se
enfrentan a candidaturas socialdemócratas, o sea, sin diferencia alguna, salvo
los matices de colores de camiseta, lo que sólo sirve a los fan-clubs de los
partidos. Sólo en Recoleta, Pedro Aguirre Cerda y Florida, el Partido Comunista
disputa la alcaldía en nombre del gobierno aliado al empresariado y firme
partidario del extractivismo minero, agrícola, pesquero, forestal e
hidroeléctrico, por lo que su rol es de engañar a la población con su falso
izquierdismo oportunista.
Sin embargo el PC juega a dos bandas, pues puso “fuera”
del partido al líder minero Cuevas para formar un partido llamado “Nueva
Democracia”, al que adhirieron múltiples grupos, tendencias y mini-partidos
salidos del PC con severas y diferentes críticas. La misión de Cuevas es
reagruparlos para levantar candidatura presidencial izquierdista y así en la
segunda vuelta “oponerse” al candidato derechista que competirá con el
oficialismo.
El llamado Bloque de los Estudiantes, dirigido por
Jackson (Revolución Democrática) y Boric (Izquierda Autonomista, seguidores de
la socialista del marxismo estructuralista, Marta Harnecker), apunta
derechamente a la alianza con el partido de Cuevas y tendrán que disputar con
él la nominación presidencial, aunque la UNE (Unión Nacional de Estudiantes),
participante activo de Nueva Democracia, el partido de Cuevas, y que por su vez
está formando un nuevo partido al interior de la propia UNE, aspira ni más ni
menos a que el candidato presidencia sea el historiador Gabriel Salazar, su
mentor ideológico.
Los partidos y candidatos regionalistas, así como el PRO,
tendrán un repunte no significativo en varias regiones del país, en tanto el
PC-AP (Partido Comunista Acción Proletaria), de raigambre estalinista salido
del PC tras las pugnas sino-soviéticas, presenta candidatos en varias comunas
pregonando el rescate de la línea soviética, obtendrá una votación ridícula que
sólo salvará sumando el número global a nivel nacional. Está claro que se trata
de una aventura testimonial con la que aspiran a ampliar su imagen, pero el
palo va a ser muy fuerte.
En Valparaíso las cartas se juegan a tres bandas en la
alcaldía, por una parte el alcalde Jorge Castro, que atraerá el voto de la
gente mayor, el DJ Méndez, que será rechazado por la gente mayor, y Sharp, el
candidato estudiantil que ha tenido una carrera fulgurante arrastrando
especialmente sectores medios, profesionales y comerciantes que aspiran a
modernizar Valparaíso restando apoyo a la ofensiva de las grandes
inmobiliarias. Ganará Castro con alrededor del 30% y le seguirá Méndez con
cerca del 20%, en tanto Sharp se encumbrará con poco más del 10%, lo que será
una gran victoria para esa izquierda ligth y alimentará sus perspectivas de
futuro.
Sharp ha sido favorecido por el ridículo candidato del
oficialismo, el DJ Méndez, de negra trayectoria en el campo artístico-cultural
que derrotó al DC Jara, un serio administrador que habría podido competir con
Castro, por lo que fuertes sectores izquierdistas que apoyaban a la Nueva
Mayoría oficialista, votarán al joven recién graduado, Shap. La dirección del
PC ha llamado a votar Méndez, por sus compromisos con la Nueva Mayoría, pero
lleva al principal candidato a concejal del Bloque Ciudadano de Sharp, Claudio
Reyes, presidente del Colegio de Arquitectos, cuya campaña la han estado
haciendo conocidos cuadros dirigentes del PC regional a pesar de que figura
como “independiente”, lo que no es.
La DC de Valparaíso apoya a Méndez alcalde, pero su
propaganda apunta solamente a su locomotora Trincado para concejal, con un
despliegue de divulgación superior a las elecciones anteriores, ya que mediante
ese concejal se espera ganar al menos uno más, que sería Marina Huerta, que
trae bastantes votos propios, pues ya es concejal, y el objetivo es alcanzar la
cifra de tres concejales para transformarse en la primera fuerza del concejo
municipal, lo que disputará con la UDI de Castro, que tendrá dos concejales
asegurados y también batalla por el tercero de su partido o al menos de
Renovación Nacional, su aliado en el bloque parlamentario de Vamos Chile. Ello
dará la mayoría del concejo a la derecha, ya que el PC tal vez consiga uno nada
más, pues ninguno tiene el arrastre que tenía Newmann, recientemente fallecido,
concejal comunista muy apreciado en los cerros porteños y con votos suficientes
para su sillón y para amenazar con otro. Recordamos que parte de la votación PC
a concejal irá a Reyes del Bloque Ciudadano. El PPD obtendrá apenas un concejal
y el PS otro, aunque sectores importantes de este partido han llamado a votar
Sharp. La Juventud Comunista se ha desplegado en apoyo a la candidata a
concejal Alicia Zúñiga, ex secretaria regional de dicha organización, pero la
propaganda que han instalado los sectores PC que apoyan a Reyes en los cerros
ha sido muy fuerte.
Tres concejales de derecha, dos DC y otros dos a tres
oficialistas, inclinarán a la derecha, pues la DC será el fiel de la balanza y
quedan uno o dos asientos en disputa. En los resultados veremos en un segundo
análisis el comportamiento de los aparatos políticos y de la población, es muy
probable que el Bloque Ciudadano alcance a poner un concejal o tal vez el PRI
(Partido Regionalista Independiente), que ha desplegado una intensa campaña que
ha opacado a muchos.
Por otra parte, en el lado de la población, el Sindicato
de Trabajadores de la Construcción de Valparaíso, libre de la tutela de los
partidos, ha iniciado conversaciones con otros sindicatos para revitalizar la
idea de mancomunal, algunas juntas de vecinos independientes se han estado
aproximando para efectuar en conjunto actividades territoriales, está a punto
de salir el segundo número del periódico Valparaisando con nuevos sindicatos en
el comité editorial y se está preparando el lanzamiento del Programa de
Viviendas Comunitarias entre varias organizaciones sociales. La distancia que
han tomado de los partidos y de las elecciones, sin necesidad de fomentar el
abstencionismo, pues cada uno puede votar si lo desea, ha permitido avances
concretos en la construcción de gérmenes del buen vivir y del compartir.
Nos vemos nuevamente el lunes 24 tras los resultados
oficiales.
Jaime Yovanovic (Profesor J)
unlibre@gmail.com
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