Los cambios en la comuna de Valparaíso
Jaime Yovanovic (Profesor
J) 25.Oct.16
Dos son los cambios que produjo la elección municipal.
Veremos en estas reflexiones algunas notas de lo que se precisa cambiar y si
estos dos cambios electorales contribuyen a ello:
El primer cambio se da en la composición del concejo
municipal, el segundo se da en la población, que aumentó ostensiblemente su
distancia de la política, de los partidos y de la institucionalidad, puesto que
las dos terceras partes de los electores se negaron a participar dando las
espaldas al proceso.
Dos hechos o cambios indiscutibles y que deben
considerarse para las tareas del cambio real. Analicemos primeramente estos dos
hechos, luego los cambios que se necesitan y finalmente como estos dos cambios
de forma pueden contribuir a cambios de fondo.
Las posturas más conservadoras, llamadas de derecha o de
centro, alcanzaron cinco, o sea la mitad de los concejales, en tanto las
posturas de izquierda o progresistas obtuvieron otros cinco, lo que sumado al
alcalde, da como resultado una mayoría que emite un discurso y manifiesta
voluntad de avanzar. Los concejales electos que no se identifican con la
derecha y centro, son Morales y Reyes del pacto ciudadano de La Matriz,
Vuskovic del PC, Yuri, independiente por el Partido Radical, y Zuliana, del
PPD, defensora de los derechos sexuales y contraria a la discriminación. Con
esta mayoría no hay pretexto que valga, salvo las presiones partidarias de los
pactos por arriba, que vendrán básicamente de Lagos Weber del PPD, que se ha
quedado sin fichas en el puerto y tendrá que apretar las clavijas a Zuliana. No
sabemos aún las consecuencias de la fuerte caida nacional de la Nueva Mayoría
oficialista, que apuntan al quiebre estratégico de la DC con la izquierda
gobiernista y al desarrollo del Frente Amplio de los conglomerados de
izquierda, lo que demorará la ruptura del PC debido a los compromisos y
ataduras del PS y el PPD con la DC en todos los terrenos, incluyendo el
empresarial. La salida de Quintana y la fragilidad de la unidad interna del PS
local, así como el doloroso fiasco de Méndez para el PPD, traerán consecuencias
que se agudizarán en la misma medida que aumenta la simpatía regional y
nacional hacia la victora de Sharp, que atraerá fuertes sectores de la
socialdemocracia y de grupos o individualidades más a la izquierda de los
autonomistas.
El propósito declarado de la corriente de izquierda light
agrupada en el pacto de La Matriz se basa en la ética y la estética, principios
caros a la pequeña-burguesía y capas medias que representa, de profesionales jóvenes,
intelectuales y comerciantes que desean un Valparaíso sin corrupción, limpio y
amigable para el desarrollo del turismo y los buenos negocios que requieren
estos sectores. O sea, dicha “limpieza” apunta a poner orden en los vendedores
ambulantes y retirar los focos habitacionales feos o flaites mediante el
abierto despliegue de la gentrificación, transformando varios cerros en
espacios de habitación y turismo de gran capacidad adquisitiva, para lo cual
los proyectos de lofts y grandes tiendas podrán amigarse con monumentos
históricos y barrios tradicionales.
El uso de la política por parte de estos nuevos
profesionales habituados a las marchas y asambleas donde pululan sus oradores y
activistas, se ha efectuado para acceder a los puestos de comando desde arriba
donde esperan influir en el sentido propuesto: gentrificación (desplazamiento
de sectores populares y habilitación para la instalación de capas de mayor
capacidad de consumo que pueda invertir en las nuevas modalidades
habitacionales y comerciales), limpieza y lo que llaman “participación”, que,
al igual que sus antecesores, se caracterizará por el control de asambleas y
cabildos donde los activistas felices podrán desplegar sus discursos
anticapitalistas sembrando la cohesión ideológica que amarra a las multitudes a
los dirigentes y altos cargos.
La población por instinto ha recelado también de estos
maravillosos discursos y no les ha otorgado la menor validez, por lo que la
tarea de los burócratas será de efectuar rápidamente cambios cosméticos para
ampliar su base de sustentación, lo que permitirá a la población levantar sus
propias propuestas de cambio. Veamos cuales serían estas propuestas populares.
La primera obviamente es la resistencia a la
gentrificación y a las modificaciones barriales que apuntan a asegurar la
instalación de los sectores de mayores ingresos desplazando a la población en
general, en especial si anotamos que Valparaíso es una de las zonas de mayor
problemática de desempleo, trabajo precario y déficil habitacional.
Ello requiere dos políticas desarrolladas desde abajo, la
primera es la cohesión poblacional de cada barrio, con juntas vecinales
dirigidas por vecinos con sensibilidad comunitaria, es decir la mentalidad de
la familia del barrio, con actividades de compartir y efectuar labores
barriales en conjunto, huertas, juegos de niños, reforzamiento escolar,
talleres de mamás, etc. Esto contribuye al arraigo y al desarrollo del
protagonismo autónomo de la población. Además se puede establecer pactos o
alianzas entre juntas de vecinos del mismo o diferentes cerros, con actividades
conjuntas, cooperación y apoyo mutuo.
Lo segundo es una política de viviendas y construcciones
comunitarias dirigida desde abajo, con estudios de terrenos disponibles o
adquirirlos entre los asociados en comités de 10 a 20 personas usando los
subsidios estatales, o sea, evadiendo la intromisión municipal y apoyándose en
la naciente mancomunal de trabajadores independientes que coordina el Sindicato
de Trabajadores de la Construcción de Valparaíso sin tutela de partidos. En
este sindicato se están organizando los primeros comités de vivienda con
profesionales no dedicados a la gentrificación. Evidentemente se hace un
llamado a los propietarios de terrenos a que coloquen su propiedad a disposición
de este programa de viviendas y no de la especulación inmobiliaria que se
desatará con sus propias características con esta nueva administración
municipal.
Por otra parte, en referencia a la salud y la educación,
será tarea de los profesores, estudiantes, trabajadores de la salud municipal y
usuarios, descubrir y elaborar programas alternativos en vinculación directa
con las familias, la población en general y las Juntas de Vecinos, sin
necesidad de cortar lazos con los programas institucionales, pero buscando las
posibilidades del protagonismo vecinal.
Respecto a los estudiantes universitarios, la idea es que
desde los primeros años participen activamente en los consultorios populares
recibiendo y entrevistando usuarios diversos bajo la dirección de profesionales
voluntarios, sin necesidad de dar respuestas o soluciones que aún no están a su
alcance, sino en un proceso de conocimiento real del terreno de la vocación, ya
que las respuestas y orientaciones las entregará el profesional. Ello puede
hacerse en los campos jurídico, psicológico, pedagógico, trabajo social, salud,
ingeniería, en fin, todas las carreras, ya sea en un cerro, ya sea en el
Departamento Social del Sindicato de Trabajadores de la Construcción que
atiende gratuitamente a todo público, sindicalizado o no.
Para la implementación de políticas barriales de control
de la construcción y la gentrificación, vamos a proponer al municipio la
discusión de una normativa que permita que la consulta ciudadana elaborada por
una Junta de Vecinos decida o al menos proponga si una obra debe hacerse en el
barrio y bajo cuales condiciones, salvaguardando así la identidad barrial, la
vista, los espacios públicos, las necesidades y el protagonismo vecinal.
Jaime Yovanovic (Profesor J)
unlibre@gmail.com
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